A pesar de que este 2016 no esté destacando precisamente por ser de los años más fríos, a los amantes del esquí nada les quita las ganas de aventuras. Por ello queremos  dedicar este post a dar a conocer las cinco mejores pistas de esquí de Europa:

Serfaus-Fiss-Ladis (Austria)

En el número un tenemos  Serfaus-Fiss-Ladis (Austria), coronada por el Mountain Management Studie como la mejor estación de Europa. Dispone de casi 200 kilómetros esquiables y otros 120 de esquí de fondo, además de sorprendentes añadidos como las hamacas de playa y las sillas ergonómicas para poder descansar entre bajada y bajada, o los nuevos telesillas recientemente incorporados, que disponen de asientos con calefacción, capota y cierre automático para niños.

Val d’Isère (Francia)

Según dicen, el lugar más bonito del mundo para esquiar junto a Tignes, con el que forma el Espace Killy con más de 300 kilómetros esquiables. Rodeado de montañas de más de 4.000 metros, además, permite esquiar en verano en los dos glaciares que la rodean.

Saas Fee (Suiza)

Conocida como la Perla de los Alpes, esta estación se ubica a los pies del Dom, una impresionante montaña de 4.545 metros. Es la mejor para los acompañantes de los aficionados, ya que dispone del restaurante giratorio más alto del mundo y un funicular subterráneo.

Zermatt (Suiza)

Ésta no es una estación al alcance de cualquiera. El dominio es en mayor parte para esquiadores con experiencia, con pistas hasta con un 60% de desnivel. En total dispone de 360 kilómetros esquiables y es posible esquiar en verano en el Matterhorn Glacier Paradise, la zona de esquí de verano más alta de toda Europa situada nada más y nada menos que a 3.883 metros de altura.

Chamonix (Francia)

Situada a los pies del Mont Blanc de 4.810 metros, Chamonix ofrece pistas para todos los niveles y una opción para los más experimentados: el descenso de 24 kilómetros por la Vallee Blanche desde Punta Helbronner, a 3.462 metros, hasta el pueblo de Chamonix. El recorrido dura unas 5 horas y atraviesa un glaciar.